Una amalgama entre la saturación publicitaria y la sacralización de lo natural ha convertido a nuestra sociedad en una turba de idiotas (me incluyo, claro). Podemos deducir que primero fue la sacralización de lo natural; que luego de la próspera y muy contaminante era industrial, un grupo de neo-hippies le dio fuerza a la práctica de sembrar lo que uno fuma, extendiéndola a eso de sembrar también lo que uno come. De ahí, claro, como el movimiento se volvió “mainstream” por utilizar el argot hipster, la publicidad se aprovechó de ello.
Comentarios
Como película no es un peliculón, pero como concepto tiene su punto que con el tiempo parece que va tomando más color:
Idiocracia
http://www.filmaffinity.com/es/film798386.html
#1 Pues mira, le echaré un vistazo