En un sola tarde, el Orgullo Gay y el partido del Mundial transformaron la ciudad en un escenario carnavalesco. Madrid, tan cimarrona, tan mundana, lo soporta y lo potencia, ahora, me preguntaba yo, ¿es necesario que cada manifestante lleve detrás a un pobre barrendero? ¿No sería más económico que cada uno, en esas circunstancias, sacara el barrendero que todos deberíamos llevar dentro y no llenara las calles de porquería? ¿No somos tan solidarios?
Comentarios
Me temo que la tradición española de considerar como un gigantesco vertedero todo allende la puerta de casa está demasiado arraigada como para esperar cambios.
Esto es aplicable a cualquier fiesta y/o manifestación, no tiene nada que ver que sea la del Orgullo Gay.
#1 Si lees el artículo te darás cuenta de que es eso lo que dice la columnista.