No es de envididar la posición del redactor de El Mundo al que le tocó escribir hace dos días sobre el programa Newspass de Google. Hace poco su jefe máximo Pedro J Ramírez llamaba a Google un “parásito sofisticado” y exigía que el buscador repartiera con los medios sus ingresos publicitarios. Ahora le toca a un redactor de a pie lavarle la cara a la relación y decir que todo va bien gracias al honrado Google y su flamante Newspass.
La posición de ventaja de Google le permite ofrecer un servicio de "pago por click" a precios extremadamente bajos (0,01€ - 0,10€ por click) pero que le pueden reportar a Google y al destinatario cuantiosos beneficios.
La clave está en el volumen. La inmensa mayoría de nosotros, casi todos, decidiremos no hacer el pago e ir a un enlace alternativo que sea gratuito. Pero esa minoría que decida pagar para ver esos contenidos, a pesar de ser una minoría, es una ingente cantidad de personas y por lo tanto de dinero.
Este concepto ya lo conoce Google con su AdWords. Los anuncios de Google están por todas partes y "nadie" los usa ni hace click, están ahí, no molestan y puedes seguir navegando gratuitamente por la web como si nada.
Pero el imperio de Google se ha construido en base a esos "nadies" que clican el enlace y que provocan que las empresas de destino paguen ridículas cantidades por cada click (0,10€, por ejemplo).
La clave, de nuevo, está en la inmensidad de gente que usa los servicios de Google que hace que "unos pocos" sean una ingente multitud.
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La posición de ventaja de Google le permite ofrecer un servicio de "pago por click" a precios extremadamente bajos (0,01€ - 0,10€ por click) pero que le pueden reportar a Google y al destinatario cuantiosos beneficios.
La clave está en el volumen. La inmensa mayoría de nosotros, casi todos, decidiremos no hacer el pago e ir a un enlace alternativo que sea gratuito. Pero esa minoría que decida pagar para ver esos contenidos, a pesar de ser una minoría, es una ingente cantidad de personas y por lo tanto de dinero.
Este concepto ya lo conoce Google con su AdWords. Los anuncios de Google están por todas partes y "nadie" los usa ni hace click, están ahí, no molestan y puedes seguir navegando gratuitamente por la web como si nada.
Pero el imperio de Google se ha construido en base a esos "nadies" que clican el enlace y que provocan que las empresas de destino paguen ridículas cantidades por cada click (0,10€, por ejemplo).
La clave, de nuevo, está en la inmensidad de gente que usa los servicios de Google que hace que "unos pocos" sean una ingente multitud.