Una de las aficiones de Richard Feynman era la de resolver todo tipo de puzzles, rompecabezas y acertijos. “Aprendí a abrir cerraduras de un tipo llamado Leo Lavatelli. [...]Cuando empezamos a trabajar en Los Álamos, se hizo todo tan deprisa que en realidad no estaba listo del todo. Los secretos del proyecto -todo sobre la bomba atómica- estaban guardados en archivadores, cerrados por candados que como mucho tenían tres pines: eran sencillísimas de abrir.”
Comentarios
Spoiler para mi, estoy leyendo el libro y justo estoy por leer ese capítulo.
#1 lo mejor está al final, eso es sólo el comienzo
Lean el libro completo, incluso la anécdota tal como está en el blog está incompleta.
#3 Hola, soy el que ha escrito el post. Como dices, MUY recomendable leer el libro completo , sólo quería abrir el apetito con la entrada y que la gente se anime a leerlo.
Saludos