Tras ocho meses en París, aún me sorprendo cada vez que vivo en primera persona algo interesante o, al menos, destacable. Ayer fueron detenidas varias mujeres con velo islámico delante de la Catedral de Notre Dame, tras la reciente prohibición del mismo. De repente, un gran alboroto justo delante de las torres que velan la capital del Hexágono ha llamado la atención de todos los turistas. Y es que había un considerable número de personas, convocadas por la Aociación No toque mi Constitución, protestando por la prohibición...