Son tiempos difíciles, así que uno debe ingeniárselas para llegar a fin de mes. Como esta emprendedora, a quien se le ocurrió vender en la playa margaritas -no las flores, sino la bebida- de una manera muy peculiar. Supuestamente, la idea le dio una media de $1,250 diarios durante el verano.
Comentarios
El careto de la mujer es total.