Publicado hace 11 años por --359007-- a vicentebaos.blogspot.com.es

Una amable paciente de edad media y excelente salud viene a la consulta a pedirme el certificado médico que le solicita el precavido ayuntamiento de la localidad en la que trabajo antes de iniciar el curso de natación al que se ha apuntado. Al leerlo no he sabido si reír, llorar, soltar expresiones malsonantes, llamar a algún responsable municipal o simplemente, indicar amablemente a la paciente que no eran competencias nuestras realizar esa serie de pruebas antes de meterse en la piscina municipal.