Todo hace indicar que Alberto Fabra quiere ligar su suerte política al futuro de su colaboradora Esther Pastor. Una posición, la del presidente, muy frágil en la sede de Génova. Cuando se postuló a ser candidato, la secretaria General, Dolores de Cospedal, dejó una airada respuesta. Lo cierto es que las explicaciones de Fabra no han convencido en Génova y remachan el clavo de una gestión que se considera floja y llena de episodios de enorme torpeza, como el del “coach”, o la contratación de un cocinero albaceteño como “asesor”.
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Según he leido la cesta de la compra practicamente diaria, se inicia en 2011, en el mes de diciembre, y se prolonga según las facturas hasta abril o mayo de 2013. Según la señora Pastor las compras eran para que cocineros de presidencia hicieran comidas y agasajaran invitados. Vale, correcto. Pregunta: ¿quiénes eran o era ese cocinero contratado por la Generalitat?, ya que no consta documentalmente. Sólo consta uno contratado como asesor en marzo de 2013, apellidado Martínez y natural de Albacete. Por lo tanto ¿para quién era realmente la compra que se hacía en charcuteria Palmero durante más de 15 meses si no había cocinero que cocinara? O da el nombre del cocinero y aporta el contrato con éste entre diociembre de 2011 y marzo de 2013 o cabrá pensar con certeza que la compra tenía un carácter personal y no institucional, y que por lo tanto no estría justifucado que fuera a cargo del gasto corriente de la Generalitat Valenciana.