En fin, nada nuevo bajo el sol. Que el periodismo se desangra ya lo sabemos y lo único que se me ocurre decir, llegados a este punto, es que ni siquiera nosotros mismos, los que estábamos y los que aún quedan dentro, hicimos/hacemos gran cosa por taponar la herida. Tengo la impresión de que en una profesión más corporativa que la nuestra (es decir, en todas o en casi todas) las cosas habrían sucedido de otra forma, el drama habría sido menor. Aunque no nos abramos en canal tampoco, que los auténticos culpables son otros.
Comentarios
Pues límpiate el culo con unas aliagas