Ni código de barras ni antirrobo, los documentos de la Biblioteca Pública Municipal Torrente Ballester en Salamanca lucen una discreta etiqueta. La pegatina blanca y rectangular identifica cada
La verdad es que me hace gracia que nos vendan cosas viejas como modernas y punteras.
El autopréstamo es ya una realidad en muchas bibliotecas... y lo que tiene el chip es sólo un código de barras asociado a un registro de alta del libro, y este registro a una catalogación.
Vamos, que el chip no tiene más que un numerito de control.
Todo el artículo me parece pretencioso, como por ejemplo el control de las compras gracias a saber lo que se presta.
Obviamente, los bibliotecarios llevan años sacando estadísticas de su fondo y comprando de acuerdo a lo que se usa.
Comentarios
La verdad es que me hace gracia que nos vendan cosas viejas como modernas y punteras.
El autopréstamo es ya una realidad en muchas bibliotecas... y lo que tiene el chip es sólo un código de barras asociado a un registro de alta del libro, y este registro a una catalogación.
Vamos, que el chip no tiene más que un numerito de control.
Todo el artículo me parece pretencioso, como por ejemplo el control de las compras gracias a saber lo que se presta.
Obviamente, los bibliotecarios llevan años sacando estadísticas de su fondo y comprando de acuerdo a lo que se usa.
Nada nuevo bajo el sol.
En la de Cieza se usa algo parecido también.