El sueño del despilfarro se hizo añicos abruptamente y, con él, la esperanza de lograr una casa digna que habitar. Para la mayoría de la población de este país, acceder a una vivienda en abril de 2011 se ha convertido en un lujo. Los datos no dejan lugar a dudas: la edad media de emancipación del hogar familiar de los jóvenes españoles se acerca a los 35 años y, cuando consiguen tener piso, la mayoría debe destinar más de un 60% de su salario (mileurista, en buena parte de los casos) al pago del alquiler o de la hipoteca. Más de tres millones