En medio del dolor y fruto de la impotencia por ver morir en soledad a un gran amigo, Oiarzabal arremetió contra todo. Contra la insolidaridad que, en su opinión, se ha apoderado de las expediciones y contra la 'reina' de los 'ochomiles', Miss Oh, a quien acusa de no imponer a sus sherpas que subieran en ayuda de Calafat. «Les llegamos a ofrecer hasta 6 mil euros a cada uno». Y, a continuación, explotó: «Si la pillo (a la coreana), le arranco la cabeza». También se temió por la vida de Sonam, el sherpa que partió a rescatar al alpinista insular