Expertos advierten que una conexión potente permite adelantarse con millones de operaciones instantáneas Cuando en 1998, la Bolsa neoyorkina admitió la compra telemática de acciones a través de ordenadores no pensó que ello, a la larga, alteraría los hábitos del tráfico bursátil. Grandes compañías emplean ordenadores potentes conectados a alta velocidad para gestionar millones de órdenes simultáneas y adelantarse a otros compradores menos preparados informáticamente.