En occidente una “orejuda” no se considera muy agraciada, pero en Japón tener las orejas enormes es símbolo de buena suerte y dinero. Dice la leyenda que aquellos que tienen las orejas grandes, especialmente los que tienen lóbulos alargados, tendrán suerte en la vida y dinero de sobra.
Comentarios
Que se lo digan a Carlos de Inglaterra, ¿no?