El Valle de Antón, en Panamá, se asienta sobre el cráter del segundo mayor volcán inactivo del mundo. Tal vez esté allí la clave para la resolución de un hecho inexplicable: los árboles de tronco cuadrado que crecen en todas partes. Un misterio de la ciencia que atrae a este lugar a miles de curiosos y turistas cada año.