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Inmigrantes que acuden al médico con la tarjeta sanitaria de algún compatriota o que le relatan al facultativo los síntomas de un familiar sin permiso de residencia, son sólo algunos de los casos con los que se encuentran los médicos de los Sistema Nacional de Salud (SNS) en España, donde sólo el 40% de los extranjeros en situación irregular obtiene este tipo de cuidados. [GLG, traducción en #1]

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Inmigrantes que acuden al médico con la tarjeta sanitaria de algún compatriota o que le relatan al facultativo los síntomas de un familiar sin permiso de residencia, son sólo algunos de los casos con los que se encuentran los médicos de los Sistema Nacional de Salud (SNS) en España, donde sólo el 40% de los extranjeros en situación irregular obtiene este tipo de cuidados. Sin embargo, casi dos de cada tres están desatendidos y, de estos, la mitad se lo atribuyen las trabas burocráticas con las que se encuentran para recibir esta cobertura.
De este modo, casi el 30% de estas personas achacan las dificultades con las que se encuentran las cuestiones que tienen que ver con los distintos trámites que deben afrontar. Otro 20% se lo atribuye a la propia complejidad del sistema, mientras que poco menos del 20% afirma que siente temor a un arresto o que no puede pagar los tratamientos, según el Observatorio Europeo de Acceso a la Sanidad.
El principal problema con el que se enfrentan estos colectivos es que no pueden beneficiarse de una medicina preventiva, ya que al carecer de un certificado de empadronamiento y de una tarjeta sanitaria no tienen médico asignado. En otros casos, segundo explica el profesor del Departamento de Ciencia Política y de la Administración de la Universidade de Santiago, Andrés Cernadas, tienen un documento provisional que les genera muchos percances a la hora de cambiar de domicilio o acudir a la farmacia. ?Las tarjetas definitivas pueden tardar hasta dos años en llegar y muchas de estas personas están empadronadas en un domicilio genérico y nunca las reciben?, explica.
Este experto, que fue galardonado por su investigación Las desigualdades en el acceso a los servicios sanitarios públicos por parte de colectivos socialmente desfavorecidos, indica que estas personas también carecen de historia clínica en Urgencias y que tienen dificultades a la hora de relacionarse con los médicos. ?Además de la cuestión del idioma, hay una falta de sensibilidad de los profesionales, que se encuentran sobrecargados de trabajo y que no pueden dedicarle tiempo la estos pacientes, tampoco tienen la formación idónea, ni saben nada del sistema de sanidad de su país, por eso el índice de error es más alto en estos diagnósticos?, afirma.
Esta situación es menos crítica en Andalucía, Extremadura, Murcia y Valencia, las únicas comunidades que conceden tarjeta sanitaria a los sin papeles sin ningún requisito.
Además de esta población, Cernadas señala que los sin techo y los ancianos que malviven con pensiones no contributivas son otros de los grupos más desatendidos. ?Las personas sin hogar suenen tener otras patologías como alcoholismo o enfermedad mental y en la mayor parte de los casos no cuentan con tarjeta sanitaria; de hecho, su esperanza de vida es de 56 años?, resume.
En el caso de los mayores, el principal problema es la descordinación entre la atención primaria y la especializada por un lado, y la de ambos con los servicios sociales por otro. ?A veces la una persona que vive sola daña de alta el viernes y hasta el lunes no tiene ayuda de un trabajador social, ni medicamento", denuncia.