Un pueblecito perdido prácticamente en mitad de la nada. Lo que se suele llamar “cuatro casas mal contadas” y poco más. Le faltaba poco para ser un pueblo abandonado aunque por allí aún viven al menos unas cuantas familias. Un edificio de aspecto tosco y sin el menor interés aparente, al menos por fuera. Y sin embargo, por dentro nos encontramos con este pequeño tesoro.
Comentarios
Que maravilla. Y que pena.
Era otra manera de disfrutar de la cultura. Ahora transmite melancolía.