Era una especie extraña de pornochacho, que en vez de limpiar lo ensuciaba todo cada vez más. Había momentos en los que parecía que era imposible acumular más deshechos, mugre y malos olores en aquél habitáculo comprado por sus padres -eso sí, con la precaución de escriturarlo al nombre de estos, y no al de Perico-, pero luego la putrefacta realidad superaba al pronóstico más agorero hecho por la vieja maruja protestona del bloque.
Comentarios
3 meneos?? WTF
Yo esperaba por lo menos cuatro