El proyecto Anima Animalis rescata perros abandonados y les da una nueva vida junto a personas enfermas. Así, ambos (paciente y animal) salen ganando con una relación enriquecedora, en la que el respeto y la lealtad recíproca, el intercambio de cuidados, es la pieza clave. Enfermos de Alzheimer, niños con síndrome de Down o de Asperger, o grupos sociales como ancianos en situación de soledad, se pueden ver muy beneficiados con la compañía de un perro. Y es que tener una mascota al lado puede ser un buen antidepresivo.