Publicado hace 12 años por egparedes a laderivatranspolar.wordpress.com

Una tarde de 1834, John Scott Russell, ingeniero naval y matemático escocés, supervisaba desde la orilla de un canal las pruebas de flotación de una embarcación remolcada por dos caballos. Era una ola muy extraña. Más que una ola, se trataba de un promontorio de agua que se desplazaba suave pero inexorablemente a lo largo del canal [...] Me fascina la imagen de un ingeniero naval escocés del siglo XIX que, en un impulso que casi roza los límites del decoro profesional, decide salir pitando para dar con el rastro de una ola solitaria...