«El Portugal luso le acaba de dar una lección a la Galicia ilusa. La cultura política portuguesa se basa en el realismo, la izquierda de allá sabe que un país excéntrico como el suyo no puede despreciar inversiones por puro capricho. La cultura política de aquí olvida muchas veces lo que somos y dónde estamos. De haberlo recordado, la foto de ayer sería completamente distinta.»
Galicia es una región suficientemente rica y desarrollada como para no conformarse con cualquier empresa. Hay unos requisitos que todas las empresas deben cumplir y es correcto que no se les acepte el proyecto si no se adapta a la normativa de higiene alimentaria, de edificaciones, de distancias y demás.
El Portugal iluso acaba de venderse por cuatro estampitas. Y El Correo Gallego, como siempre, a lo suyo que es intoxicar.
Y si no que les pregunten a los no tan ilusos vecinos que tienen que sufrir las tácticas mafiosas de Stolt Sea Farm (otra de esas grandes "oportunidades" de trabajo y vida próspera) cuando tratan de expandir la empresa a cambio de pagar precios de miseria por las fincas colindantes.
Crecimiento sí, pero solo si sigue parámetros de sostenibilidad. Lo contrario es caer en lo de siempre: venderle la tierra y la dignidad por cuatro perras al listo que llega a forrarse de fuera.
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Galicia es una región suficientemente rica y desarrollada como para no conformarse con cualquier empresa. Hay unos requisitos que todas las empresas deben cumplir y es correcto que no se les acepte el proyecto si no se adapta a la normativa de higiene alimentaria, de edificaciones, de distancias y demás.
El Portugal iluso acaba de venderse por cuatro estampitas. Y El Correo Gallego, como siempre, a lo suyo que es intoxicar.
Y si no que les pregunten a los no tan ilusos vecinos que tienen que sufrir las tácticas mafiosas de Stolt Sea Farm (otra de esas grandes "oportunidades" de trabajo y vida próspera) cuando tratan de expandir la empresa a cambio de pagar precios de miseria por las fincas colindantes.
Crecimiento sí, pero solo si sigue parámetros de sostenibilidad. Lo contrario es caer en lo de siempre: venderle la tierra y la dignidad por cuatro perras al listo que llega a forrarse de fuera.