Existe un problema con Picasso: la leyenda. La figura del pintor malagueño está inmersa en una densa niebla que hace imposible una lectura de su valía como artista. Picasso es el mito del arte moderno y el mito dificulta mirar y reconocer la obra. La suya está oculta por capas y capas de aspectos extra-artísticos que acaban por hacerla invisible. Se diría, incluso, que la mayoría de los esfuerzos teóricos para reinterpretar a Picasso son desbordados por la leyenda.