"Los mayas tenían un concepto cíclico del tiempo, no se ocupaban del fin del mundo. Esa estela narra la vida y las batallas de un gobernante", dice el arqueólogo mexicano José Romero sobre el significado de esta piedra que inspiró la catastrofista cinta 2012, de Roland Emmerich, y la novela El testamento maya, de Steve Alten.
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¿Pero aun seguimos a vueltas con esta gilipollez?