Que el 'Grand Prix' empiece pasadas las once de la noche es un fracaso, incluso aunque sea un éxito. Sí, ha liderado con 915.000 espectadores y un 13,8% de share, pero el año pasado, sin 'La Revuelta' empujándolo hasta horas intempestivas, consiguió 600.000 espectadores más y un 1,4% extra. Si no fuera por la promoción que le han dado, cualquiera diría que TVE quiere matar el formato una vez más. No porque haya dado síntomas de decaimiento, sino porque no saben qué hacer con él.