Hace 11 años | Por equisdx a news.sciencemag.org
Publicado hace 11 años por equisdx a news.sciencemag.org

¡No al ruido! Muchas criaturas, como los bebés humanos, los de chimpancés y los polluelos, reaccionan negativamente a las disonancias, a los sonidos fuertes, variables y chirriantes. Desde la época de los antiguos griegos, los científicos se han preguntado por qué el oído prefiere la armonía. Ahora, los científicos sugieren que la razón puede ser más profunda que la simple aversión a la forma en que chocan las notas erosionando los nervios auditivos, más bien puede estar en la misma estructura del oído y el cerebro. Traducción #1

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