Publicado hace 12 años por absjram a puntsdevista.wordpress.com

Frente a un movimiento no violento de ciudadanía regeneradora que se une de nuevo y se suma a la esperanza, los poderosos exhiben su corrupción y su desprecio. Decía ayer Soledad Gallego-Díaz en El Pais que “vivimos en una atmósfera de vergüenza, que acarrea una dolorosa sensación de culpa, mientras que los causantes directos de esta situación pretenden que nadie les pida responsabilidades, penales en los casos en que sea procedente, o políticas y cívicas, en los que no”.