Luego de diversas manifestaciones contra la apertura y concesión de la minera Santa Ana el presidente Alan García arremete contra los manifestantes tildándolos de paramilitares y argumenta que la culpabilidad de estas protestas se deben al próximo gobierno entrante de Ollanta Humala. Como consecuencia del rechazo a las mineras se han movilizado miles de personas y esto ha originado incidentes fatales que han traído consigo la muerte de seis personas civiles en la ciudad de Juliaca (Región Puno).
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Aqui los llaman terroristas.