¿Cuántas veces en estos cien días de legislatura hemos escuchado, ya de boca de Rajoy, ya de alguno de sus ministros: "lo siento, no puedo evitarlo"? Que subo el IRPF a tipos nórdicos —manteniendo, eso sí, servicios y disciplina de gasto mediterránea. Lo siento, no puedo evitarlo. Que subo el impuesto de sociedades, aunque sea de forma camuflada eliminando deducciones. Lo siento, no puedo evitarlo. Que continúo manteniendo un estado desproporcionado e insostenible. Lo siento, no puedo evitarlo...