Hace 12 años | Por kerol a lavanguardia.com
Publicado hace 12 años por kerol a lavanguardia.com

Hace ya unos años tuve un niño especial, especial para la sociedad, pero inmensamente grande para mí. Desde el primer día que abrió los ojos, tanto él como yo y la familia hemos luchado por tener una vida normal. Hemos sufrido dificultades, que han sido superadas poco a poco por su tesón y su fuerza. Mi hijo Quim tiene una discapacidad del 75% que se traduce en problemas en la vista (10% de visión) y un retraso psicomotor, lo que hace que su aprendizaje sea más lento y requiera más esfuerzo.