La revolución de los indignados de Israel está creciendo de forma inesperada, haciendo tambalear el gobierno de Beniamin Netanyahu. Según una encuesta del prestigioso diario Haaretz, el 87% de los israelíes apoyan a los manifestantes, que piden una reducción de los precios de la vivienda y un aumento de sueldos para profesionales como los médicos internistas y los asistentes sociales.