La petrolera estadounidense Chevron se vio obligada a suspender sus actividades de extracción de gas de esquisto mediante fracturación hidráulica por las protestas "anti-fracking" desatadas en un campo de Rumanía. Policías antidisturbios no pudieron evitar que algunos de los varios cientos de manifestantes que protestaban consiguieran acceder a las instalaciones de Chevron en la localidad de Pungesti, al noreste de Bucarest.