Desde la tragedia de Biescas, la riada que destruyó el camping de Las Nieves el 7 de agosto de 1996, situado sobre el cono de deyección del torrente de Arás justo antes de su desembocadura en el río Gállego, los científicos han seguido investigando cómo ayudar a los planificadores para prevenir o evitar este tipo de desastres. Para ello, es fundamental saber en qué zonas de un territorio pueden ocurrir eventos catastróficos de este tipo, y con qué frecuencia (o periodo de retorno) y magnitud (profundidad de agua, velocidad, energía) ocurrirán.
Comentarios
Es un buen lugar para probar sistemas que eviten a toda costa que dediquen a Torrente cualquier avenida de España, incluso plazas y paseos. Con los alcaldes que tenemos repartidos por ahi es de temer.