Hace 11 años | Por --149806-- a scientificamerican.com
Publicado hace 11 años por --149806-- a scientificamerican.com

Estudios recientes realizados en ratones han descubierto que el cerebro es capaz de redirigir él mismo el flujo sanguíneo a través de unos bucles, permitiendo salvar las neuronas del área afectada en caso de íctus. Para activar este mecanismo, tan sólo hace falta acariciarles los bigotes o ponerles un ruido blanco durante los primeros momentos de sufrir el infarto cerebral. ¿Podrían las caricias en labios, cara y dedos y la música tener el mismo efecto en humanos?

Comentarios

D

Más bien al contrario, cuando una tía muy buena te acaricia el "cerebro", te puede dar un infarto.

D

Pues yo lo ví funcionando con mi padre y hasta ahora no lo había relacionado.