Veinte centímetros de nieve. Ni rastro de arena. Las olas del canal de Bristol confirman que sí, es una playa, la de Weston-super-Mare, ciudad turística al suroeste de Inglaterra. Con las carreteras cortadas por el diciembre más frío en un siglo, el aeropuerto de Heathrow cerrado un día y la sagrada liga de fútbol interrumpida, normal que nadie se acerque a Lorrain's Tea Bar, un puesto de helados...