Publicado hace 16 años por siberiano a historiasconhistoria.blogia.com

Que uno la palme no significa necesariamente que le vayan a dejar en paz (al menos en este mundo terrenal). Son numerosas las ocasiones en que las personas, casi siempre movidas por un exceso de admiración o de animadversión, no permiten que los restos de un finado descansen tranquilamente, conviertiendo su muerte en una odisea peor aún que la que pudieran pasar en vida. Aquí van algunos ejemplos históricos como los de Einstein, Cromwell y otros.