Ayer llegué a la ventanilla de billetes de metro de Barajas, y pedí un “metrobus”. Señorita del metro: Sí, disculpe son 15 euros. Miré a todos lados, pero había demasiada gente para ponerme a llorar allí mismo. Yo: 15 euros?Prefiere un riñón o un pulmón? Querido gobierno: ¿Me estimula ahí y ahí?. A veces pienso, que si los ciudadanos del pueblo llano gobernásemos España, todo iría mejor. Quizás el problema es que cuando alguien llega al poder, deja de pensar con claridad. Y es que cada vez que un político abre la boca, es para pedir austeridad.