España se argentiniza. Te metes en el metro y la sofisticación de los vendedores ambulantes medra. El suburbano se ha convertido en el espejo de la crisis, como antes fue el reflejo de la inmigración. Llegará un momento en que no haya negocio para todos y algunos tengan que emigrar. Me imagino a Rajoy en el metro de Berlín, con su labia amordazada, vendiendo Españas. Sólo que allí no le valdrá el cubileteo somnífero que lleva resonando desde hace tres años. En la próxima estación le toca descubrir los dados.
Comentarios
Ya pagaremos que haya salido Rajoy; pero, en un país donde solo hay dos alternativas, la gente se vuelca y se olvidan de los partidos minoritarios.
Con un programa electoral que solo servía para despotricar contra el oponente, ahora toca fijarse en Argentina... A por el corralito!
La nota exagera. Nunca fueron en Buenos Aires tan comunes como dice los vendedores en los buses. En los “subtes” (el metro) hay a veces algún vendedor (tampoco tan común). Más hay artistas haciendo algo por alguna moneda. Pero bueno, sino caricaturizamos no hay nota... no?