Hace 13 años | Por Markowsky a google.com
Publicado hace 13 años por Markowsky a google.com

Quizás sea su aspecto bastante repelente, de pelaje oscuro e hirsuto, cola pelada cual carnoso apéndice, ojillos agudos y desafiantes, o quizá por sus sucios hábitos que fácilmente se asocian a pestes, plagas y enfermedades, pero difícilmente podremos encontrar persona alguna que no sienta algo menos que una incomoda sensación de alerta ante su presencia, es por esto que no es novedad que su participación sea bastante recurrente en muchos de los clásicos e hitos de la literatura de terror.