Cada día a las seis. La misma canción en el despertador; Sony y Cher tronando en tu oído. Y por delante una jornada ya vivida. En Atrapado en el tiempo (Groundhog day), Bill Murray repetía incesantemente el mismo día hasta hacer el bien a las personas que le rodeaban. Una maldición pasajera que se convertía en eterna. Algo parecido le pasa al Real Madrid con los octavos de final de la Chmapions League.
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El Real Madrid es muy Bill Murray, ¿no creéis lo mismo?