Hace 14 años | Por holiveira a eduardpunset.es
Publicado hace 14 años por holiveira a eduardpunset.es

Científicamente se ha demostrado que son necesarios cinco cumplidos seguidos para borrar las huellas perversas de un insulto. Los que tienen la manía de contradecir siempre al que está delante no gozan de tiempo material para paliar el efecto perverso de su ánimo contradictor. ¿Cómo podemos aplicar en la vida cotidiana los resultados de este hallazgo experimental? ¿Cómo podemos coadyuvar a que la ciencia penetre en la cultura popular?