Un perro que ha sufrido maltrato suele mostrarse nervioso y temeroso. El daño sufrido explicará que el animal pueda experimentar, en un principio, recelo hacia las personas. Reeducar a un perro que ha padecido abusos físicos o psicológicos por parte de su anterior dueño precisa tiempo, cariño y ciertos esfuerzos para lograr que la mascota confíe en su nueva familia, y que pueda ser, al final, feliz.