Hace 12 años | Por joanipani a dailymail.co.uk
Publicado hace 12 años por joanipani a dailymail.co.uk

James Byrne, quien estaba dedicándose a la carpintería cuando un desgraciado accidente terminó con su pulgar seccionado de su lugar acostumbrado. El dedo no quedó en un estado que permitiera reimplantarlo así que la solución pasó por echar mano de lo más parecido: un pulgar, pero del pie del propio accidentado. (Noticia en inglés)

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