Este señor tan pesado, tan pelota y tan cursi no solo no sabe escribir sino que no sabe... ¡de nada! Es un caso curiosísimo.
Pues ahí lo tienes siempre en el candelabro, de hotel en hotel y diciendo esas cosas tan interesantes sobre la leche.
Comentarios
Este señor tan pesado, tan pelota y tan cursi no solo no sabe escribir sino que no sabe... ¡de nada! Es un caso curiosísimo.
Pues ahí lo tienes siempre en el candelabro, de hotel en hotel y diciendo esas cosas tan interesantes sobre la leche.