Puente Ojea, retirado de la carrera diplomática con el título de embajador de España, fue embajador de este país en el Vaticano entre 1985 y 1987 y recientemente participó en el I Concilio Ateo de Toledo. Puente Ojea fue cesado por el Gobierno de Felipe González como embajador en el Vaticano como consecuencia de su conocido ateismo a lo que el manifestó con un «a un embajador estadounidense no se le pide ser comunista para ejercer en Moscú».