La Constitución mexicana reconoce la necesidad de conservar los ecosistemas y delega al Congreso de la Unión la creación de leyes con concurrencia competencial, es decir, con la participación de los tres niveles de poder: el federal, el estatal y el municipal (artículo 73, fracción XXXIX-G).15 Por otro lado, el párrafo tercero del artículo 27 constitucional establece que el Estado deberá tomar medidas necesarias para preservar y restaurar el equilibrio ecológico.16 Con base en estos preceptos, se creó la Ley General del Equilibrio Ecológico