Hizo una campaña publicitaria multimillonaria sobre los productos de su tierra, sufragó obras ajenas a su departamento, hizo extraños gastos en regalos “de protocolo” y se prodigó en subvenciones a empresas. Pero esos eran otros tiempos. Ahora la consejera de Agricultura de Castilla y León, Silvia Clemente, tiene a los campesinos de su región en pie de guerra por sus recortes