España no pudo conseguir su sueño. El final fue una pesadilla. Después de un partido donde las defensas se impusieron a los ataques y donde España no jugó bien, lo más triste llegó en los últimos segundos, cuando Holden anotó una canasta que parecía que no entraba y Pau Gasol, en el último instante, falló un tiro que estaba dentro.