La diferencia de puntos con Bersani es enorme y la campaña electoral es larga, pero siete puntos recobrados en dos semanas de presencia televisiva son la demostración que Berlusconi es una cuestión de fe: o lo se cree o lo se niega y que en todo caso los italianos quieren las ilusiones, las fáciles promesas y los ímpetus de aparente patriotismo anti-europeo. Esto especialmente después de un período de dura austeridad y si a aquella crisis y a aquella tasación también han contribuido Silvio Berlusconi y su partido. ¿Memoria corta?
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@elgransur2