El líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, cerró ayer la puerta a cualquier compromiso con la oposición. En una intervención difundida por la televisión estatal, Jamenei subrayó que el resultado de las elecciones presidenciales "sigue siendo válido a pesar de las protestas". El régimen, añadió, no "cederá a las presiones a ningún precio". El Gobierno prosigue entre tanto su cerco a quienes cuestionan la reelección del presidente Mahmud Ahmadineyad, con nuevas detenciones y una campaña de desprestigio en los medios públicos.
Comentarios
Que lastima de oportunidad perdida para un pueblo, el iraní, que a pesar de todo lo que nos han contado se parece mas a las sociedades occidentales que a sus vecinos.
Hace 30 años, la revolución Islamica, la de Khomenini, cambío el mundo, y premitió que se fortaleciesen los islamismos radicales. Con el fracaso de esta revoución hemos perdido la oportubnidad de saber si los iranies podian volver a cambiar el mundo.
La "protesta" nos ha mostrado la cara amarga de un régimen donde ya nadie recuerda al Shá ni sus veleidades, pero echa de menos la libertad y la democracia que se vive en Occidente.