El episodio de contaminación producido recientemente en el Balneario Ñandubaysal, atribuido a la pastera UPM y exacerbado profusamente como prueba incontrastable para justificar el corte de la Ruta 136, ha caído bajo el peso de la evidencia científica que arrojan los resultados de los análisis pedidos por los denunciantes a tres laboratorios de excelencia.